Alfonso André dice que no es remoto un reencuentro, pero no sería por dinero
El Universal
Lunes 11 de junio de 2007
SANTA MARÍA EL TULE, Oax. (Notimex).- Alfonso André, baterista de Jaguares, afirmó que el grupo liderado por Saúl Hernández no descarta un reencuentro de Caifanes.
Dijo que, sin embargo, al momento nada más piensan en grabar su siguiente disco con la colaboración de Diego Herrera, quien tocara los teclados en la legendaria banda.
En conferencia de prensa afirmó que la invitación a Diego nació de la idea de tocar piezas de la época de los orígenes de la banda "con un sonido más original y arreglos suyos en los teclados".
Explicó que respeta a los grupos que han tenido reencuentros, y aseguró que, como fan, a él le agrada la idea de una reunión de The Police.
Se refirió a grupos como Soda Stereo y Héroes del Silencio, los cuales se reagruparon.
"Respetamos mucho a los grupos que se vuelven a juntar por dinero, pero si nos juntáramos otra vez, tendría que ser por una idea musical", sostuvo André.
Ayudan a Darfur
Este martes saldrá al mercado el disco Instant karma, que en Latinoamérica se titula Make some noise.
Con este material Amnistía Internacional reunirá fondos para las víctimas de la violencia en Darfur, en Sudán, África.
El disco está integrado de covers que interpretara John Lennon y Jaguares canta en español el tema "Gimme some truth" y es el único grupo latino invitado.
lunes, 11 de junio de 2007
sábado, 9 de junio de 2007
Contra el genocidio
Jaguares es el único grupo latino que participa en el disco ´Instant karma´, que incluye versiones de temas de Lennon y con el que Amnistía Internacional busca ayudar a las víctimas del conflicto armado de Darfur en Sudán, África; Saúl Hernández escribe en exclusiva
Piden apoyo para hacer ruido 2007-06-09
Saúl Hernández
El Universal
Sábado 09 de junio de 2007
Futuro: tiempo que todavía no ha llegado, que está próximo en el espacio, que no ha sucedido.
Imagina que no existe el cielo
es fácil si lo intentas
sin un infierno abajo,
sólo el cielo sobre nosotros
imagina a toda la gente
viviendo el hoy
imagina que no hay países,
no es difícil de hacer
nada por quién matar o morir.
Y tampoco religión,
imagina a toda la gente
viviendo la vida en paz...
John Lennon
Parece ser que en el futuro existe una cierta esperanza de creer en sus desconocidos caminos, que nos revelaría una posibilidad de vida mucho mejor de la que ahora tenemos, pareciera que cierta fe de existencia radica en lo desconocido, como si el futuro nos fuese a revelar una estabilidad en todos los sentidos, en todas las visiones, sobre todo la ilusión de tener la utopía soñada, la paz.
Desgraciadamente, el presente nos muestra otra realidad en el tiempo.
Sudán es una de las regiones con mayor crecimiento económico en África. Sin embargo, sus conflictos civiles han desviado por 20 años sus recursos petroleros a otras áreas, dejando a su gente en la pobreza.
Desde su independencia de Gran Bretaña, en 1956, Sudán ha estado envuelto en guerras civiles, el génesis de los enfrentamientos proviene de diferentes horizontes, tal pareciera que esta región está condenada a ser acorralada, humillada, pisoteada, violada, cercenada desde su origen, desde su propia tierra.
Tal pareciera que la única intención es la destrucción de sí misma, así, sin piedad, en silencio, lentamente abandonada a la soledad y a su dignidad.
Las diferencias religiosas entre los musulmanes del norte y los cristianos y animistas del sur, el gran desequilibrio de desarrollo, la distribución del poder político y económico y la lucha interminable por el control de los recursos naturales (por ejemplo: En el norte se concentra la actividad comercial y agrícola, las redes de transporte terrestre y marítimo; en el sur se encuentran las tierras de Renk, la zona petrolífera de Benitu y los yacimientos de níquel y uranio), han llevado a Sudán a uno de los genocidios más alarmantes en los últimos tiempos.
Darfur, al oeste de Sudán, región árida, pobre y nada beneficiada por el destino se ha transformado en uno de los conflictos más sangrientos de los últimos años, el genocidio más grande de este siglo y una herida muy profunda en la historia de la humanidad.
El acceso a tierras y áreas de pastoreo ha generado disputas entre árabes nómadas, los Yanyauid, grupo de milicianos formado por miembros de las tribus de los Abbala (criadores de camellos de etnia árabe) y los agricultores negros de los pueblos de No Baggara, grupos étnicos como Fur, Masalit y Zaghawa.
A principios de 2003, milicias árabes conocidas como Janjaweed (expresión coloquial árabe, significa un hombre con una pistola sobre un caballo) y parte de las tribus nómadas árabes comenzaron a atacar a la población agrícola de Darfur (con un color de piel más negra), se les acusa de armar una campaña de limpieza étnica, buscando expulsar a esta población de grandes extensiones de tierra.
El gobierno sudanés ha negado su apoyo a los grupos milicianos árabes; sin embargo, les dio facilidades de armarse contra los grupos agrícolas de Fur, Zaghawa y Masalit, quedando como mercenarios en este conflicto China y Rusia, al abastecer a Sudán de armas que han sido utilizadas para cometer abusos en Darfur, violando un embargo de Naciones Unidas. Las pruebas son contundentes. Moscú y Pekín rechazan las acusaciones.
Finalmente, todo este conflicto desencadenó en una de las crisis humanas más desoladoras de la actualidad. Se estiman más de 300 mil muertes entre los conflictos, enfermedades y hambre. Más de medio millón de desplazados, 200 mil se encuentran refugiados en Chad. Más de dos millones de personas que han huido de sus aldeas a campamentos y ciudades, sufren de falta de comida y de medicinas. Se estima que más de un millón de niños están al borde de morir de hambre. Cientos de miles de mujeres y niñas han sido violadas y torturadas por los Janjaweed. Un reporte de la ONU informó que se necesitan 434 millones de dólares solamente para la recuperación de las necesidades humanitarias.
Imagina que no hay posesiones,
me pregunto si puedes.
Sin necesidad de codicia o hambre, una hermandad de la humanidad .
Piden apoyo para hacer ruido 2007-06-09
Saúl Hernández
El Universal
Sábado 09 de junio de 2007
Futuro: tiempo que todavía no ha llegado, que está próximo en el espacio, que no ha sucedido.
Imagina que no existe el cielo
es fácil si lo intentas
sin un infierno abajo,
sólo el cielo sobre nosotros
imagina a toda la gente
viviendo el hoy
imagina que no hay países,
no es difícil de hacer
nada por quién matar o morir.
Y tampoco religión,
imagina a toda la gente
viviendo la vida en paz...
John Lennon
Parece ser que en el futuro existe una cierta esperanza de creer en sus desconocidos caminos, que nos revelaría una posibilidad de vida mucho mejor de la que ahora tenemos, pareciera que cierta fe de existencia radica en lo desconocido, como si el futuro nos fuese a revelar una estabilidad en todos los sentidos, en todas las visiones, sobre todo la ilusión de tener la utopía soñada, la paz.
Desgraciadamente, el presente nos muestra otra realidad en el tiempo.
Sudán es una de las regiones con mayor crecimiento económico en África. Sin embargo, sus conflictos civiles han desviado por 20 años sus recursos petroleros a otras áreas, dejando a su gente en la pobreza.
Desde su independencia de Gran Bretaña, en 1956, Sudán ha estado envuelto en guerras civiles, el génesis de los enfrentamientos proviene de diferentes horizontes, tal pareciera que esta región está condenada a ser acorralada, humillada, pisoteada, violada, cercenada desde su origen, desde su propia tierra.
Tal pareciera que la única intención es la destrucción de sí misma, así, sin piedad, en silencio, lentamente abandonada a la soledad y a su dignidad.
Las diferencias religiosas entre los musulmanes del norte y los cristianos y animistas del sur, el gran desequilibrio de desarrollo, la distribución del poder político y económico y la lucha interminable por el control de los recursos naturales (por ejemplo: En el norte se concentra la actividad comercial y agrícola, las redes de transporte terrestre y marítimo; en el sur se encuentran las tierras de Renk, la zona petrolífera de Benitu y los yacimientos de níquel y uranio), han llevado a Sudán a uno de los genocidios más alarmantes en los últimos tiempos.
Darfur, al oeste de Sudán, región árida, pobre y nada beneficiada por el destino se ha transformado en uno de los conflictos más sangrientos de los últimos años, el genocidio más grande de este siglo y una herida muy profunda en la historia de la humanidad.
El acceso a tierras y áreas de pastoreo ha generado disputas entre árabes nómadas, los Yanyauid, grupo de milicianos formado por miembros de las tribus de los Abbala (criadores de camellos de etnia árabe) y los agricultores negros de los pueblos de No Baggara, grupos étnicos como Fur, Masalit y Zaghawa.
A principios de 2003, milicias árabes conocidas como Janjaweed (expresión coloquial árabe, significa un hombre con una pistola sobre un caballo) y parte de las tribus nómadas árabes comenzaron a atacar a la población agrícola de Darfur (con un color de piel más negra), se les acusa de armar una campaña de limpieza étnica, buscando expulsar a esta población de grandes extensiones de tierra.
El gobierno sudanés ha negado su apoyo a los grupos milicianos árabes; sin embargo, les dio facilidades de armarse contra los grupos agrícolas de Fur, Zaghawa y Masalit, quedando como mercenarios en este conflicto China y Rusia, al abastecer a Sudán de armas que han sido utilizadas para cometer abusos en Darfur, violando un embargo de Naciones Unidas. Las pruebas son contundentes. Moscú y Pekín rechazan las acusaciones.
Finalmente, todo este conflicto desencadenó en una de las crisis humanas más desoladoras de la actualidad. Se estiman más de 300 mil muertes entre los conflictos, enfermedades y hambre. Más de medio millón de desplazados, 200 mil se encuentran refugiados en Chad. Más de dos millones de personas que han huido de sus aldeas a campamentos y ciudades, sufren de falta de comida y de medicinas. Se estima que más de un millón de niños están al borde de morir de hambre. Cientos de miles de mujeres y niñas han sido violadas y torturadas por los Janjaweed. Un reporte de la ONU informó que se necesitan 434 millones de dólares solamente para la recuperación de las necesidades humanitarias.
Imagina que no hay posesiones,
me pregunto si puedes.
Sin necesidad de codicia o hambre, una hermandad de la humanidad .
Contra el genocidio
Jaguares es el único grupo latino que participa en el disco ´Instant karma´, que incluye versiones de temas de Lennon y con el que Amnistía Internacional busca ayudar a las víctimas del conflicto armado de Darfur en Sudán, África; Saúl Hernández escribe en exclusiva
Saúl Hernández
El Universal
Sábado 09 de junio de 2007
Futuro: tiempo que todavía no ha llegado, que está próximo en el espacio, que no ha sucedido.
Imagina que no existe el cielo
es fácil si lo intentas
sin un infierno abajo,
sólo el cielo sobre nosotros
imagina a toda la gente
viviendo el hoy
imagina que no hay países,
no es difícil de hacer
nada por quién matar o morir.
Y tampoco religión,
imagina a toda la gente
viviendo la vida en paz...
John Lennon
Parece ser que en el futuro existe una cierta esperanza de creer en sus desconocidos caminos, que nos revelaría una posibilidad de vida mucho mejor de la que ahora tenemos, pareciera que cierta fe de existencia radica en lo desconocido, como si el futuro nos fuese a revelar una estabilidad en todos los sentidos, en todas las visiones, sobre todo la ilusión de tener la utopía soñada, la paz.
Desgraciadamente, el presente nos muestra otra realidad en el tiempo.
Sudán es una de las regiones con mayor crecimiento económico en África. Sin embargo, sus conflictos civiles han desviado por 20 años sus recursos petroleros a otras áreas, dejando a su gente en la pobreza.
Desde su independencia de Gran Bretaña, en 1956, Sudán ha estado envuelto en guerras civiles, el génesis de los enfrentamientos proviene de diferentes horizontes, tal pareciera que esta región está condenada a ser acorralada, humillada, pisoteada, violada, cercenada desde su origen, desde su propia tierra.
Tal pareciera que la única intención es la destrucción de sí misma, así, sin piedad, en silencio, lentamente abandonada a la soledad y a su dignidad.
Las diferencias religiosas entre los musulmanes del norte y los cristianos y animistas del sur, el gran desequilibrio de desarrollo, la distribución del poder político y económico y la lucha interminable por el control de los recursos naturales (por ejemplo: En el norte se concentra la actividad comercial y agrícola, las redes de transporte terrestre y marítimo; en el sur se encuentran las tierras de Renk, la zona petrolífera de Benitu y los yacimientos de níquel y uranio), han llevado a Sudán a uno de los genocidios más alarmantes en los últimos tiempos.
Darfur, al oeste de Sudán, región árida, pobre y nada beneficiada por el destino se ha transformado en uno de los conflictos más sangrientos de los últimos años, el genocidio más grande de este siglo y una herida muy profunda en la historia de la humanidad.
El acceso a tierras y áreas de pastoreo ha generado disputas entre árabes nómadas, los Yanyauid, grupo de milicianos formado por miembros de las tribus de los Abbala (criadores de camellos de etnia árabe) y los agricultores negros de los pueblos de No Baggara, grupos étnicos como Fur, Masalit y Zaghawa.
A principios de 2003, milicias árabes conocidas como Janjaweed (expresión coloquial árabe, significa un hombre con una pistola sobre un caballo) y parte de las tribus nómadas árabes comenzaron a atacar a la población agrícola de Darfur (con un color de piel más negra), se les acusa de armar una campaña de limpieza étnica, buscando expulsar a esta población de grandes extensiones de tierra.
El gobierno sudanés ha negado su apoyo a los grupos milicianos árabes; sin embargo, les dio facilidades de armarse contra los grupos agrícolas de Fur, Zaghawa y Masalit, quedando como mercenarios en este conflicto China y Rusia, al abastecer a Sudán de armas que han sido utilizadas para cometer abusos en Darfur, violando un embargo de Naciones Unidas. Las pruebas son contundentes. Moscú y Pekín rechazan las acusaciones.
Finalmente, todo este conflicto desencadenó en una de las crisis humanas más desoladoras de la actualidad. Se estiman más de 300 mil muertes entre los conflictos, enfermedades y hambre. Más de medio millón de desplazados, 200 mil se encuentran refugiados en Chad. Más de dos millones de personas que han huido de sus aldeas a campamentos y ciudades, sufren de falta de comida y de medicinas. Se estima que más de un millón de niños están al borde de morir de hambre. Cientos de miles de mujeres y niñas han sido violadas y torturadas por los Janjaweed. Un reporte de la ONU informó que se necesitan 434 millones de dólares solamente para la recuperación de las necesidades humanitarias.
Imagina que no hay posesiones,
me pregunto si puedes.
Sin necesidad de codicia o hambre, una hermandad de la humanidad .
Saúl Hernández
El Universal
Sábado 09 de junio de 2007
Futuro: tiempo que todavía no ha llegado, que está próximo en el espacio, que no ha sucedido.
Imagina que no existe el cielo
es fácil si lo intentas
sin un infierno abajo,
sólo el cielo sobre nosotros
imagina a toda la gente
viviendo el hoy
imagina que no hay países,
no es difícil de hacer
nada por quién matar o morir.
Y tampoco religión,
imagina a toda la gente
viviendo la vida en paz...
John Lennon
Parece ser que en el futuro existe una cierta esperanza de creer en sus desconocidos caminos, que nos revelaría una posibilidad de vida mucho mejor de la que ahora tenemos, pareciera que cierta fe de existencia radica en lo desconocido, como si el futuro nos fuese a revelar una estabilidad en todos los sentidos, en todas las visiones, sobre todo la ilusión de tener la utopía soñada, la paz.
Desgraciadamente, el presente nos muestra otra realidad en el tiempo.
Sudán es una de las regiones con mayor crecimiento económico en África. Sin embargo, sus conflictos civiles han desviado por 20 años sus recursos petroleros a otras áreas, dejando a su gente en la pobreza.
Desde su independencia de Gran Bretaña, en 1956, Sudán ha estado envuelto en guerras civiles, el génesis de los enfrentamientos proviene de diferentes horizontes, tal pareciera que esta región está condenada a ser acorralada, humillada, pisoteada, violada, cercenada desde su origen, desde su propia tierra.
Tal pareciera que la única intención es la destrucción de sí misma, así, sin piedad, en silencio, lentamente abandonada a la soledad y a su dignidad.
Las diferencias religiosas entre los musulmanes del norte y los cristianos y animistas del sur, el gran desequilibrio de desarrollo, la distribución del poder político y económico y la lucha interminable por el control de los recursos naturales (por ejemplo: En el norte se concentra la actividad comercial y agrícola, las redes de transporte terrestre y marítimo; en el sur se encuentran las tierras de Renk, la zona petrolífera de Benitu y los yacimientos de níquel y uranio), han llevado a Sudán a uno de los genocidios más alarmantes en los últimos tiempos.
Darfur, al oeste de Sudán, región árida, pobre y nada beneficiada por el destino se ha transformado en uno de los conflictos más sangrientos de los últimos años, el genocidio más grande de este siglo y una herida muy profunda en la historia de la humanidad.
El acceso a tierras y áreas de pastoreo ha generado disputas entre árabes nómadas, los Yanyauid, grupo de milicianos formado por miembros de las tribus de los Abbala (criadores de camellos de etnia árabe) y los agricultores negros de los pueblos de No Baggara, grupos étnicos como Fur, Masalit y Zaghawa.
A principios de 2003, milicias árabes conocidas como Janjaweed (expresión coloquial árabe, significa un hombre con una pistola sobre un caballo) y parte de las tribus nómadas árabes comenzaron a atacar a la población agrícola de Darfur (con un color de piel más negra), se les acusa de armar una campaña de limpieza étnica, buscando expulsar a esta población de grandes extensiones de tierra.
El gobierno sudanés ha negado su apoyo a los grupos milicianos árabes; sin embargo, les dio facilidades de armarse contra los grupos agrícolas de Fur, Zaghawa y Masalit, quedando como mercenarios en este conflicto China y Rusia, al abastecer a Sudán de armas que han sido utilizadas para cometer abusos en Darfur, violando un embargo de Naciones Unidas. Las pruebas son contundentes. Moscú y Pekín rechazan las acusaciones.
Finalmente, todo este conflicto desencadenó en una de las crisis humanas más desoladoras de la actualidad. Se estiman más de 300 mil muertes entre los conflictos, enfermedades y hambre. Más de medio millón de desplazados, 200 mil se encuentran refugiados en Chad. Más de dos millones de personas que han huido de sus aldeas a campamentos y ciudades, sufren de falta de comida y de medicinas. Se estima que más de un millón de niños están al borde de morir de hambre. Cientos de miles de mujeres y niñas han sido violadas y torturadas por los Janjaweed. Un reporte de la ONU informó que se necesitan 434 millones de dólares solamente para la recuperación de las necesidades humanitarias.
Imagina que no hay posesiones,
me pregunto si puedes.
Sin necesidad de codicia o hambre, una hermandad de la humanidad .
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