sábado, 27 de septiembre de 2008

Jaguares: afuera y adentro

Diego Herrera, ex Caifanes, refuerzo de lujo en el nuevo disco y gira de Jaguares

Enrique Lopetegui | 2008-09-26 | Rumbo

La presencia de Diego Herrera en 45 (el primer disco de estudio de Jaguares en tres años, y primero con EMI), por motivos musicales e históricos, es casi tan importante como el disco en sí.

Como miembro fundador de Caifanes (la banda que lideró el renacimiento del rock mexicano a mediados y fines de los años 80) y en su calidad de haber sido el segundo en dejar la agrupación (luego del bajista Sabo Romo), Herrera tiene una visión única del presente jaguar y el pasado caifán: tiene un pie adentro y otro afuera, literalmente. Como ex miembro de Caifanes y como, por ahora, miembro "invitado" de Jaguares.

Desde su salida de Caifanes, poco después de la gira de esa obra maestra llamada El silencio (1992), Diego trabajó como director artístico de BMG por siete años (firmó, entro otros, a Julieta Venegas), trabajó como productor, compuso experimentos jazzeros e hizo —y hace— música para películas.

Su inesperado retorno al mundo de Saúl ocurrió por accidente, hace menos de dos años, mientras él y Saúl Hernández veraneaban con sus familias en Playa del Carmen.

"Nos encontramos en la playa, fuimos a comer un par de veces y, a los cuatro o cinco meses, me llamó y me dijo ‘¿Qué onda, cab…? ¿No quieres apuntarte?’...", dijo Herrera a RUMBO por teléfono desde su residencia en Cuernavaca. "Me invitaba a un par de conciertos grandes, y le dije ‘¿Sabes qué? Yo feliz de la vida, pero déjame hacer unos chicos antes, para aclimatarme, no me avientes de entrada a los grandotes’ ".

Así lo hicieron, y finalmente Diego entró al estudio para lo que serían sus primeras grabaciones con Saúl en 16 años. El resultado es un disco visceral, por momentos épico, y con el mejor registro vocal de Saúl desde sus publicitadas operaciones en las cuerdas vocales.

"Estoy muy contento con este disco", dijo Diego. "Creo que hay varias rolas con una comunión creativa muy interesante. Pero yo soy un invitado, mi rol es muy diferente, aunque siento que mi contribución es muy bien recibida. No hubo ninguna parte mía que se saliera del disco. Esa comunicación [con Saúl y Alfonso] sigue ahí desde hace mucho. Yo siempre he dicho ‘tuvimos nuestras broncas, pero lo que vivimos juntos en la relación va más allá de cualquier bronca’ ".

¿Se quedaría como miembro permanente del grupo si Saúl se lo pide?

"Sí, yo creo que sí. Tenemos que ver cómo manejarlo. Estoy empezando la música de una película y otros compromisos que no querría dejar. La estamos jugando de oído. Pero la estoy pasando bien y estoy abierto a lo que sea".

El final de Caifanes

"Llegó un punto en el que estábamos cansados los unos de los otros", dijo Diego sobre los pleitos que forzaron a la disolución de Caifanes. "Básicamente, la convivencia no estaba bien entre nosotros, y para mí eso es súper importante, y es una de las razones que han pesado para este regreso [al trabajo con Saúl]. No era una bronca directamente con Saúl o Alfonso [André] o Alejandro [Marcovich], sino en general".

Sin dudas, la batalla principal fue entre Saúl y Alejandro, pero Herrera dice que la cosa iba más allá.

"Era una dinámica que había entre todos. Había quien tenía más problemas, como Saúl y Alejandro, pero más bien todo el rollo interno era muy incómodo. Fue una de esas decisiones que tomas intempestivamente, donde dices ‘¿Sabes qué? Ya’. Y me fui".

En el sitio informador.com.mx, el productor argentino Oscar López (no confundir con Cachorro López) dijo:

"Amo el primer disco de Caifanes. Pero me acuerdo que Saúl quería que [Alejandro] Marcovich fuera el quinto integrante de la banda en la foto de la portada. Yo no lo admitía. Le decía que tenía que esperar por lo menos otros dos discos. No estaba de acuerdo con que Marcovich estuviera tocando un día con Caifanes y otro con Laureano Brizuela". Al final, la pulseada la ganó Saúl y Alejandro apareció en la portada de El diablito, el segundo disco de Caifanes.

"Me enojé mucho con ellos...", dijo López. "[Y ahora ] Marcovich terminó robándole el nombre… Ya se lo había dicho [a Saúl]: No puede haber un argentino en la banda, ya me tienes a mí".

Por email desde México, Marcovich dio su versión a RUMBO:

"El nombre de Caifanes fue registrado a nombre de Alfonso, Saúl y yo", escribió Marcovich. "Las disputas legales fueron originadas a partir de 1996 por la compañía disquera [BMG], en un absurdo, ilógico, antiético y malintencionado intento por apropiarse del nombre. El desenlace final de esta disputa legal lo desconozco, porque la última vez que informalmente solicité informes acerca del nombre Caifanes en el registro público del derecho de autor, me negaron la información sobre la base de que yo ya no soy copropietario del nombre. Ahí te lo dejo de tarea".

Sobre los comentarios de López, Marcovich no fue menos claro.

"Qué estupidez... ¿Cuándo estuvo óscar en el grupo? No creo que óscar quiera sostener esa tesis [de que Marcovich "robó" el nombre de Caifanes] de viva voz; podría hacerse acreedor a una demanda por difamación".

Un comentario final: según un comunicado de prensa de EMI, Caifanes nunca se disolvió. Simplemente, fue rebautizado como Jaguares debido a una "disputa legal" e incluso se refieren a "Caifanes/Jaguares", como si se tratara de una sola banda ("Caifanes/Jaguares", dice el comunicado, vendió "15 millones" de copias de sus "10 discos").

Es indudable que Saúl Hernández era el corazón y el alma de Caifanes, pero el mérito de Jaguares, justamente, es que no se trata simplemente de una ‘continuación’ de Caifanes, sino que tiene identidad propia. Además, negar lo hecho por Marcovich en Caifanes, más allá de problemas personales, o insinuar que su presencia es fácilmente reemplazable, es ridículo y no se lo cree nadie: Marcovich fue parte clave de Caifanes. Una banda sin él, automáticamente, se convierte en otra banda, y Diego parece entender las diferencias.

"Híjole, me es difícil porque, te soy franco, durante un tiempo me desconecté mucho", dijo Diego, al ser interrogado sobre las similitudes y diferencias entre Caifanes y Jaguares. "Siento que es otro sonido, otra cosa, otra mezcla de gente. Me es difícil comparar una etapa con la otra. Son otro tipo de canciones, otros arreglos, otros músicos. Pero cada época tiene su validez".



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