10 JULIO 2009
La agrupación de rock mexicano ofreció una inolvidable velada en el Centro de Espectáculos, en el evento que hasta el día de hoy, ha tenido mayor convocatoria en la FENADU 2009.
La leyenda del jaguar maya regresó a Durango la noche mítica del 9 de julio donde el Centro de Espectáculos de la Feria Nacional Durango 2009, se cargó de la energía que enviaron los dioses del universo para darle vida al ritual de amor, vida y muerte; conjugados con los elementos de la tierra, que en conjunto hicieron real el mito de Jaguares ante más de 15 mil personas.
Los asistentes se trasladaron a los años ochenta para presenciar al exponente de rock más importante de México: Jaguares, quienes ante un Centro de Espectáculos saturado, interpretaron los temas de su nuevo material discográfico “45”, mezclado con los clásicos que dejaron huella en la historia musical de nuestro país.
La velada comenzó con la interpretación de los cortes del nuevo álbum, la guitarra de Saúl Hernández anunció que se quedaría “Entre tus jardines”, para regresar algunos años atrás y decirle a Durango “Mátenme porque me muero”, una de las melodías favoritas del “caifaneo”.
“Miedo”, fue la siguiente melodía que despertó la euforia de los seguidores, con quienes Saúl compartió que “Fin”, está basada en una historia verídica, acto que volvió emotiva la interpretación, le siguió el éxito “Así como tú”, sencillo parte de la historia de Jaguares, otro de los sellos distintivos de la vieja época de Caifanes “Vamos a dar una vuelta al cielo” y continuaron con “La vida no es igual”.
Alfonso André expresó la admiración de las costumbres mexicanas, metáforas de la vida cotidiana, a través de “Miércoles de ceniza”, después, todos quisieron estar “Afuera”, tema con el que la agrupación se despidió; pero los gritos ensordecedores los hicieron regresar para darle a la noche el primer momento inolvidable con la energía y la letra que se ha convertido en la melodía que identifica con mayor fuerza a la agrupación, “La célula que explota”, con el toque de la guitarra acústica, la voz del cantante se unió a la de los asistentes y por instantes se fusionaron por la intensidad con la que Durango cantó.
“No dejes que” y “Te lo pido por favor”, prepararon el Centro de Espectáculos para bailar rock-cumbia, al ritmo de “La negra Tomasa”. “Estamos sorprendidos por esta noche… desde que subimos al escenario, se generó una energía…prometemos nunca defraudarte”, comentó emocionado “El jaguar”, su rostro expresó la sinceridad de sus palabras.
Saúl levantó las manos hacia el cielo y cerró los ojos para recibir la energía del universo para interpretar de modo acústico “Quisiera ser alcohol”, mientras en el pedestal del micrófono lucía la bandera de México, Jaguares nunca olvida a su pueblo. La melodía hundió al público en un ambiente tranquilo y romántico, que fue marco para la despedida que parecía definitiva.
Durango abrazó de nuevo a la banda de rock en gritos de “otra, otra”, Hernández, André, Marco Rentería y césar “Vampiro” López regresaron con las notas de “Detrás de ti”. El ritual llegó a su fin al recordar uno de los primeros temas que colocaron a Caifanes en el gusto del público, con el sonido suave del “Viento”.
Los aplausos y ovaciones de los asistentes, dejaron sin palabras a los artistas, muestras de cariño que se prolongaron por varios minutos, hasta que la banda desapareció del escenario. Jaguares contó una leyenda diferente al envolver a la Feria Nacional Durango 2009 en una esfera que recordó a los más de 15 mil asistentes, que México tiene un legado musical que ha alcanzado a las nuevas generaciones.
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