Por: Humberto Vazquez
Considerado por muchos como el santo patrono del rock en México, Saúl Hernández, deja de lado el incienso y se baja del altar para someterse sin titubeos al cuestionario de Semanario que se asoma por unos instantes a la vida de un rock star.
-¿Cuál es tu estado mental más común”-
“Volátil”.
-Si pudieras elegir un personaje de la ficción, ¿cuál escogerías?-
“Kalimán”.
-¿Cuál ha sido tu mayor extravagancia?-
“Todo lo que la música me ha llevado a hacer”.
-¿En qué ocasiones mientes?-
“Yo nunca miento. Bueno, ahorita (risas).
-¿Qué persona viva te inspira más desprecio?-
“Ninguna, pero sí hay muchos que me dan lástima”.
-¿Qué palabra o frase usas más?-
“No sé”.
-¿Cuál es tu mayor miedo?-
“Quedarme en la ignorancia”.
-¿Qué es lo que te disgusta más de tu apariencia?-
“Nada, estoy feliz como estoy”.
-¿Qué talentos te gustaría tener?-
“Volar, me gustaría volar”.
-¿Dónde y cuándo has sido más feliz?-
“En la tierra y en mi tiempo”.
-¿Cuál ha sido tu mayor logro?-
“Llegar a desarrollarme como músico, tener a mi familia es un gran logro... estar juntos”.
-¿Tu posesión más atesorada?-
“Mi familia”.
-¿Cómo te gustaría ser recordado?-
“Como quieran”.
-¿Quiénes son o han sido tus maestros?-
“Tengo músicos, escritores y cineastas. John Lennon evidentemente es uno, Zappa es otro que si lo escuchas tienes que sentarte realmente a analizarlo, Bowie otro gran compositor. La música de son también, hay una antología del son que para mí es como una biblia de la música aquí en México”.
-¿Cuál es la música que más escuchas?-
“Los Panchos, con sus boleros increíbles; ‘The Dark Side of the Moon’ de ‘Pink Floyd’”.
-¿Cuando escuchas la palabra Caifanes qué viene a tu mente?-
“Mi barrio en la colonia Guerrero, en el Distrito Federal”.
-¿Hay alguna canción que defina al Saúl de aquellos tiempos?-
“‘Mátenme por que me muero’, creo que es una canción clave, ‘Amárrate a una escoba y vuela lejos’, ‘Antes de que nos olviden’. Todas de alguna manera son parte de algo mío”.
-¿Cómo te gustaría morir?-
“No sé, no me he puesto a pensar en eso. Pues dormido, en mi cama, es lo más bonito”.
-¿Cuál sería tu epitafio?-
“Pues finalmente agarró su escoba y se fue lejos”.