Un llamado a la unidad nacional, a la unidad de reconstrucción social, y una invitación a la concientización para enfrentar juntos la violencia y los feminicidios en Ciudad Juárez, fue la propuesta con la que la periodista y escritora Lydia Cacho y el cantante Saúl Hernández cerraron su diálogo en torno a “La rebelión de las palabras. La literatura y la música como herramientas para transformar el mundo”.
En el encuentro, celebrado en el marco de la Feria Internacional de Guadalajara (FIL), se habló de música y hasta se escuchó la interpretación de Saúl Hernández a la guitarra, con las voces de Lidia Cacho y el periodista Javier Solórzano -quien fue moderador- leyendo el poema No te salves, de Mario Benedetti; se habló del poder de la palabra y de los temas que inspiran canciones o libros. Allí, los dos activistas hicieron un llamado a la participación y a la unidad en torno a la marcha que el próximo domingo se realizará en Ciudad Juárez.
Tras asegurar que a partir de una experiencia personal dura, ella comenzó a trabajar con refugios para mujeres violentadas y agredidas, Lydia Cacho sostuvo que el discurso guerrero que priva en las acciones de los gobernantes mexicanos lo único que hace es invitar a mirar a los otros como objetos.
“Nuestra tarea y la tarea de un espacio como la FIL es recordarnos que tenemos que mirarnos como humanos y en la medida en que nos reconozcamos en la persona entenderemos que el dolor de la otra es importante”.
La escritora y periodista recordó las marchas que se han hecho en Ciudad Juárez, donde han participado cientos de personas, entre ellas varios creadores y artistas, pero reconoció que no han sido suficientes a pesar de que entonces, tras las movilizaciones, todos creyeron que las cosas podrían cambiar.
“Yo no tengo la respuesta y no creo que nadie aquí pretenda creer que la tiene, lo que sí sabemos perfectamente es que mientras nosotras y nuestras familias, los padres, las madres, los hermanos, los tíos y los abuelos seguimos sembrando cruces de nuestras hijas que no vuelven a casa, no sólo en Juárez, sino en Sonora y en el resto del país, el Estado mexicano se ha dedicado sistemáticamente a crear un velo para mentirle a la sociedad sobre la violencia contra las mujeres”, expresó la escritora.
Una lucha común
La conversación sostenida por los dos creadores versó en torno a la lucha desde diferentes trincheras, a la participación de Jaguares -antes Caifanes- comandado por Saúl Hernández en las batallas desde la música; pero también de los enfrentamientos que ha sorteado la periodista Lidia Cacho en su convicción de exigir la protección a las mujeres, la dignificación y la igualdad.
Saúl Hernández, vocalista de la agrupación que dará un concierto en El Paso, Texas, y no en Ciudad Juárez debido a que el empresario que los apoya recibió amenazas, dijo que las muertes en esa ciudad del norte del país se está convirtiendo en un genocidio muy grande.
“Creo que la música es una herramienta y una manera no violenta de reconstruir una unidad de pensamiento entre una persona y una comunidad, y eso se ha demostrado con los ejercicios que hemos hecho con Amnistía Internacional. No podemos quedarnos atrás simplemente por una oligarquía que está controlando el país de una manera asquerosa, es nuestro país, lo podemos cambiar” aseguró el roquero.
En un auditorio Juan Rulfo, que no se dio a basto para recibir a todos los admiradores de ambos activistas, se percibieron las múltiples muestras de apoyo para la lucha de Cacho y de Hernández.
El vocalista de Jaguares habló de inspiración, de cómo van llegando los temas tras varios meses de inactividad creativa: “De repente después de siete u ocho meses tengo el cerebro lleno y es cuando siento que tengo la necesidad de agarrar la guitarra y ponerme a escribir y salen 15 o 20 canciones”.
La teoría de Hernández es que el cerebro va absorbiendo información y la va digiriendo, y en el momento en que necesita decir algo llega la inspiración, que él llama instinto.
Mientras, Lydia Cacho señaló que ella tuvo una intuición de indagar en los temas de abusos contra mujeres y en los de pederastia. “Creo que la carrera que fui siguiendo con los años, a partir de que fui construyendo el refugio para mujeres victimas de violencia, y de tener un programa de radio en la radio cultural de Cancún, comencé a hablar sobre los derechos de las mujeres e investigar estos casos, me llevó a ir entendiendo la violencia contra las mujeres”.
La autora de Los demonios del Edén llamó a la participación y luego de leer con música de Saúl Hernández, el poema de Benedetti, dijo a los asistentes: “Propongo que el próximo año haya un concierto con Jaguares aquí afuera y ustedes nos contarán lo que hicieron por México”.
Yanet Aguilar Sosa / Enviada
El Universal
Sábado 05 de diciembre de 2009
yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
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