martes, 1 de diciembre de 2009

Jaguares rugió como nunca


Con más de una década en el escenario musical, Jaguares sigue conservando a sus fans de antaño y conquistando a las nuevas generaciones que se dieron cita en el Palacio de los Deportes, para presenciar un concierto de poco más de tres horas en el que la agrupación interpretó desde sus temas clásicos hasta los de su más reciente material discográfico 45.

La noche guardaba muchas sorpresas, pues en esta ocasión la agrupación no escatimó en gastos, así que a la mitad del concierto y cuando los más de 11 mil asistentes estaban más prendidos, después de un acústico, de repente, Saúl Hernández líder de la banda apareció en medio del inmueble en una plataforma que lo puso en lo alto, mientras que los demás integrantes, César Vampiro López, con la guitarra; Alfonso André y su batería, y Marco Rentería, en el bajo, aparecieron en diversos extremos del ruedo, mezclándose con el público, ese momento fue de locura, pues los gritos hicieron temblar al coloso de cobre.

Mientras la histeria del público era evidente, todos estos momentos fueron captados por la cámara de Ángel Flores, encargado de hacer el documental de la agrupación, que con su equipo de cerca de 10 personas estaba al pendiente de los detalles.

Todo comenzó en punto de las 20:00 horas cuando el lugar ya lucía con mucho ambiente rockero, jóvenes y no tanto vestidos de negro era la constante en todos lados, abundaban las cabelleras largas en los hombres y los pantalones entubados, aunque también había los llamados yupies, quienes esperaban ansiosos el comienzo del espectáculo.

“Gracias por estar aquí, es nuestra despedida de este ciclo. Hay 45 millones de pobres, esta es una exigencia para el gobierno para que haya una repartición más justa y equitativa. Sin ti no somos nada”, fueron las primeras palabras de Saúl Hernández quien apareció vestido de negro.

Desde ese momento y hasta el final, el público nunca tomó sus lugares, los gritos, aplausos y los brazos derechos agitados por todo lo alto era el paisaje que se veía. En la parte de abajo el público se movía como una gigantesca ola humana de un lado a otro siguiendo los acordes de temas como Lobo, Miedo, Secreto , Te estoy mirando, Atrás de los cerros, Las ratas no tienen alas.

Eva Díaz

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