miércoles, 17 de octubre de 2007

Los Dioses Ocultos en Colombia



Jaguares cerró el Festival Altavoz

Jaguares
Jaguares dio las gracias a las 30 mil personas que logró convocar en el Festival Altavoz 2007.
Por Fabiola Hinojosa, Univision Online

17 de Octubre de 2007

MEDELLÍN.- Darío burló a la seguridad, subió al escenario, después abrazó y besó a Saúl para entregarle un poema que resumió el sentir de más de 30 mil fieles que llevaban 12 años esperando que sus Dioses Ocultos regresaran a su tierra para poder adorarlos, y que mejor que el cierre del Festival Altavoz para que Jaguares les ofreciera un ritual lleno de nostalgia durante el pasado lunes.

Nos los olvidan

Minutos antes de comenzar el concierto, cuando la organización del evento, ya tenía un registro de más de 25 mil personas, el líder de la banda caminaba despacio de un lado a otro, muy concentrado. ¿Estás nervioso? le pregunté. “Sí, la cantidad, no importa, lo que importa es la calidad”, me contestó.

¡Ja-gua-res, Ja-gua-res, Ja-gua-res! comenzó a corear la gente, así que después de las 9:30 de la noche, el ritual comenzó y la agrupación subió al escenario para reencontrarse con su público a ritmo de Nunca te doblarás, que encendió los ánimos al máximo y literalmente hizo que la tierra se aflojara aún más, tras la lluvia que había caído en el lugar.

Eso fue lo de menos, esperar unas horas bajo las gotas de agua era nada comparado con la década que los intérpretes de La Célula que explota se ausentaron en tierra colombiana y ellos mismo pudieran comprobar que su religión sigue vigente ahí.

Durante el concierto, la banda hizo un recorrido por sus temas más emblemáticos como Jaguares, que los fans conocen muy bien, pero no pudo dejar de lado los temas de Caifanes que sus seguidores esperaban ansiosamente, como Cuéntame tu vida, Nos vamos juntos y Miércoles de ceniza.

Un momento muy especial fue cuando el grupo integrado por Saúl Hernández, Alfonso André, César López, Marco Rentería y Leonardo Muñoz, interpretó La vida no es eterna, pues llevaron al público a recordar aquél abril de 1994, cuando el grupo actúo por última vez en la gira El Silencio y contrariamente a lo que dice su canción, “en cualquier momento nos olvidan”, esté público demostró que lleva tatuada a la banda en el corazón.

“Gracias raza, queremos dedicar a todos ustedes esta canción, Detrás de los cerros estás tú raza, aquí en Medellín”, dijo el líder de la agrupación y procedió a interpretar la melodía que llenó de emotividad al público.

Nubes, La Célula que explota, Ayer me dijo un ave, entre otras fueron recibidas con una pasión solo comparada con la calidez de la gente de la ciudad, quienes en la calle, en backstage, en el aeropuerto y demás lugares no dejaban de acercarse a la banda, tomarse la foto del recuerdo y pedir autógrafos.

En medio de la euforia, un chico no se contuvo más y como pudo subió al escenario, nada lo detuvo y cumplió su misión: darle un poema a Saúl en el que le pidió jamás cortar sus alas, esas mismas alas con las que sus seguidores volaron con su música durante esa noche.

“Jaguares no le pertenece a una disquera, Jaguares te pertenece a tí raza”, dijo Saúl Hernández para proceder a interpretar canciones como La Negra Tomasa y Afuera, que marcó el falso final de una ceremonia en la que los fieles se negaban a abandonar su templo.

Tras la insistencia del público, el grupo regreso para interpretar Quisiera ser alcohol y despedirse de más de 30 mil almas que esperaron durante años su regreso a Medellín, en el marco del cuarto Festival Altavoz, que promueve la Alcaldía de Medellín a través de sus jóvenes representantes del gobierno.