viernes, 3 de octubre de 2008

Él animará al público que acuda desde las 4.30 de la tarde, para después darle la bienvenida a Diego Navas y La Utopía.

Fernando Rosales Ovalle

Ayer por la noche Jaguares dio el banderazo a su gira por México en el Salón Expo Feria.

Y como primicia para los dos mil asistentes –según cálculos del organizador Juan Carlos Contreras- sonaron varias canciones del disco 45, material que Saúl Hernández, Alfonso André y “El Vampiro” López lanzaron recientemente y el cual estrenaron en León antes que en el DF, Monterrey o Guadalajara.

“Saúl ya no tiene voz”, decían algunos fanáticos. “El paso de los años ha mermado en el grupo”, secundó otro… sin embargo minutos antes de las 9 de la noche todos los “peros” se olvidaron y la gente lanzó un “rugido” tan fuerte que se escuchó hasta la selva Lacandona.

Una de las sorpresas del concierto fue el “palomazo” entre Saúl y su pequeña hija, Zoey, en la canción “Píntame”, de las primeras que sonaron esa noche.

Las fanáticas se derritieron ante el carisma de la pequeña, cuya voz quedó registrada en los coros. “Casi me hace llorar”, dijo el cantante emocionado al finalizar el tema.

La noche entraría en calorcito al sonar éxitos como “Detrás de los cerros”, “Nubes” y “Dioses ocultos”, recibidos con gran alboroto.

Desde sus respectivas trincheras, André y el “Vampiro” acapararon reflectores. El primero por su rítmica y poderosa forma de tocar la batería y el segundo por la velocidad o cadencia que generaban sus rasgueos de guitarra.

“Principio y fin”, “Detrás de ti” y “Amanece” inyectaron energía a los asistentes, quienes se pusieron románticos con “Te lo pido por favor”.

La nostalgia, como siempre ocurre con Jaguares, dominó. Fue por esa razón que al escucharse “No dejes que” el lugar estuvo a punto de venirse abajo por tanto alboroto.

Saúl mantenía una sonrisa en su rostro al ver las reacciones de la gente, agradecía a su fiel “raza de León” y por momentos lanzó algunas palabras para hacer conciencia social entre los jóvenes… y no tan jóvenes.

Entre la masa humana ondearon camisetas, banderas de México y cientos de celulares que nuevamente registraban al místico cantante.

Hacia el final del concierto sonaron las infaltables “La célula que explota”, “Entre tus jardines” y “Viento”.

A las 10:30 de la noche y con el tema “Quisiera ser alcohol”, la banda se despidió no sin antes recibir una fuerte ovación, misma que Saúl agradeció hincándose y, antes de abandonar el escenario, tomó una bandera mexicana que algún fan le proporcionó para ondearla y colocársela como capa.

Maricela Maceira
Cerca de 2 mil personas corearon los temas clásicos de Jaguares en el Salón Expo Feria, ayer por la noche.

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