viernes, 7 de mayo de 2010

Rock en versión crónica


La música es una cuestión colectiva. Así, por lo menos, lo entiende Saúl Hernández, quien además de ser uno de los exponentes más importantes del rock contemporáneo en México, es un artista de culto y líder de una corriente que cambió la forma de contar historias en Iberoamérica. Sin embargo, nunca ha figurado como solista y aunque sus seguidores saben muy bien quién es el motor de cada uno de los proyectos, su nombre siempre está en segundo plano.

Antes de terminar la década del 80 fue el cerebro de Deimos, luego fue el nervio de In Memoriam y Frac, dos proyectos que nacieron con sus días contados porque el mexicano ya tenía en mente su primer gran éxito intelectual: Las Insólitas Imágenes de Aurora, una banda algo underground cuyo nombre provino de un cuento escrito por Saúl Hernández durante sus años de adolescencia.

Las Insólitas (a secas), tal como se les conoce en México, fueron el preámbulo perfecto para el surgimiento de Caifanes, tal vez el primer grupo de corte poco comercial que consiguió gran difusión en los conglomerados mediáticos, así como el respaldo del público masivo.

Mátenme porque me muero fue el primer sencillo de la naciente banda Caifanes, que se convirtió en el tema que les abrió las puertas a Saúl Hernández, Alejandro Marcovich (guitarrista) y Alfonso André (baterista) en todos los países de América Latina. Con su aparición se pensó, incluso, en que el gran eje del rock ibero ya no sería Argentina, sino México. Y durante varios años estos dos países compitieron por el primer lugar en la escena musical, pero en el mejor momento de Caifanes el sonado pleito entre Hernández y Marcovich dio por terminada esta empresa.

Saúl Hernández bien pudo haber comenzado una carrera como solista, pero dos aspectos fundamentales se lo impidieron. Por un lado, su concepción del rock como fenómeno colectivo, y por otro, el cáncer en sus cuerdas vocales le hizo pensar en una suerte de taller creativo en el que él se encargara de asesorar el trabajo de otros músicos. De esta manera nació Jaguares a mediados de los años 90.

Con esta propuesta artística, Saúl Hernández consolidó su vena social y cuando sacó El equilibrio de los Jaguares, el primer álbum con esta formación, manifestó: “No podemos ir por la vida con los ojos cerrados y no hacer caso de las desgracias que le pasan a tu gente, a los que están cerca de ti, o los que están al lado tuyo, aquí enfrente de ti o lejos de ti. De alguna forma la injusticia sigue siendo más poderosa que la justicia a veces”.

Bajo el azul de tu misterio, Cuando la sangre galopa, Crónicas de un laberinto y 45 son algunos de los álbumes que Jaguares incluirá en esta visita a Colombia, en la que Saúl Hernández hará énfasis en que el rock es un proceso colectivo.

Sábado 8 de mayo. Downtown Majestic, calle 23 Nº 6-19, a partir de las 8 p.m. Participación colombiana: Fabela y The Mills. Informes y boletería: 609 1111 y www.tickexpress.com.co.

Juan Carlos Piedrahíta B. | EL ESPECTADOR

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