El festival Vive Latino cumplió su décima edición ayer y lo hizo en grande durante su primer día, en el Foro Sol.
Alrededor de 64 mil personas fueron los invitados más especiales de la jornada y su padrino fue el rockero argentino Andrés Calamaro.
El rugido
Antes, en ese mismo escenario se presentó Jaguares que, sin duda, fue uno de los grupos mejor recibidos de toda la jornada.
Y su vocalista, Saúl Hernández, habló acerca de la democracia a menos de un mes de las elecciones.
“Ojalá un día exista la democracia en México, como dijo Vargas Llosa, sólo es una simulación de democracia.
Ya vienen las elecciones y nos ven con caras de boletas, no de personas, ya lo decía Pancho Villa: ‘en México no puede haber democracia hasta que no haya educación’. Nosotros no creemos en los partidos, creemos en ti”, dijo el líder de la banda antes de interpretar La vida no es igual.
Algunas de las canciones que más prendieron a la gente fueron Mátenme porque me muero y La negra Tomasa, que ocasionaron que se unieran miles de gargantas al unísono.
César Vampiro López estremeció a los presentes con la ejecución de su guitarra durante todo el show, pero fue antes de que interpretaran Miércoles de ceniza, cuando León Larregui, de Zoé, subió al escenario a abrazar a Saúl.
Dime jaguar, Detrás de ti y Detrás de los cerros fueron otros de los temas mejor ejecutados del concierto.
Marco Rentería (bajo) Diego Herrera (teclados) y Alfonso André (batería) tocaron sus instrumentos de manera sincronizada y potente emocionando así a sus fans.
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